Pucará de Tilcara, una contradicción a la conservación

Pucará de Tilcara, una contradicción a la conservación

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Texto y fotos: Laura Vaillard

Catus
Cactus

En la misma ciudad de Tilcara pueden visitar el Pucará de Tilcara, unas ruinas de un antiguo pueblo incaico prehispánico en la Quebrada de Humahuaca. Allí uno puede elegir realizar un recorrido corto (barrio de la entrada, taller lapidario, el monumento y área de visualización de los corrales) y otro largo (donde además de los ya mencionados pueden visitar el centro ceremonial “la iglesia” y el cementerio). Antes de comenzar la visita, se puede ingresar al “Centro de Interpretación” donde se proyecta un video para que aquellos que tengan dificultades físicas, aún puedan conocer el lugar y su rica historia.

El Pucará se encuentra sobre un cerro de 70 metros de altura muy cerca del Río Grande. Su nombre (Pucará) significa fortaleza en quechua ya que se estima que fue construido con fines defensivos. Aunque solo se ha reconstruido parte del poblado, la concentración de construcciones arqueológicas se extiende por 18 hectáreas. Durante el recorrido se pueden ver principalmente muros y cimientos de antiguas viviendas, talleres, plazas y espacios ceremoniales. Una particularidad de la construcción es que las piedras que forman las construcciones fuero sigilosamente apiladas y no cuentan con ningún material que las amalgame.

En el barrio de la entrada fueron reconstruidos numerosas viviendas y talleres donde los habitantes comían, descansaban, realizaban artesanías y socializaban. En el cementerio este se encuentran más de 100 tumbas donde se enterraban a los difuntos en cuchillas junto con recipientes con alimentos, instrumentos musicales y utensilios de uso diario dentro de un pozo recubierto con piedras. Seguían esta tradición para que pudieran tener todo lo que necesitaban en su nueva vida.

El Monumento
El Monumento

El centro ceremonial “La Iglesia” es el sector central del Pucará. Allí se encuentran los altares donde se realizaban los rituales y ceremonias religiosas. Se cree que allí los habitantes entregaban al estado y a los administradores objetos producidos por ellos. En el taller lapidario es donde se cree que realizaban las artesanías ya que se encontraron restos de mármol, alabastro y reproducciones de llamas.

En la cima del Pucará hay un Monumento en honor a los primeros arqueólogos Juan Bautista Ambrosetti y Salvador Debenedetti. Se trata de una construcción muy controversial ya que para realizarlo destruyeron valiosas construcciones originales y además desencaja con el estilo arquitectónico del lugar; una contradicción en la conservación del patrimonio histórico incaico.

A lo lejos, se pueden observar los corrales que es donde estaban las llamas que utilizaban para transportar productos durante largas caravanas.

Aunque se trata de un lugar histórico, y “hay que ir a verlo si uno está en Tilcara”, la verdad es que no es muy impresionante. Si están con poco tiempo, creo que se puede omitir esta atracción turística.

En el próximo post les contaré sobre las Cuevas de Wayra, que sí valen la pena.

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Informes y contacto:

Pucará de Tilcara

Entrada: $25 (valor en marzo 2014)

(0388) 4955-073/ 768/ 006

Tilcara.comunicacion@filo.uba.ar

Atención de lunes a viernes de 9 a 18

Cerrado: 1 de mayo, 25 de mayo 26 de noviembre, 25 de diciembre y 1 de enero.

Fuente de información: “Guía del Pucará de Tilcara” que entregan cuando realizas la visita”.

 

Este post forma parte del recorrido 1:

Tilcara, Cuevas de Wayra, Purmamarca, Gargante del diablo y Salinas Grandes.

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